Soto ganó la etapa de ayer, en la que el líder estuvo muy firme.

Dotti concretó uno de los sueños de su vida El joven bonaerense que hace ocho años corre en San Juan se quedó con la Vuelta.

 

Para Catriel Soto haber ganado la última etapa de la Vuelta de San Juan será un recuerdo imborrable. Es que el corredor de mountain bike nunca soñó con ganar, aunque sea una etapa, de una carrera de ruta tan importante. Aunque, y más importante todavía, otro hombre también tendrá un recuerdo perenne: Juan Pablo Dotti. La diferencia del ciclista nacido en Bolívar y afincado en San Juan desde hace ocho años, como rutero de ley, es que tenía entre sus sueños más importantes el de ganar una Vuelta. Y ayer lo logró. De ahí lo de los sueños cumplidos...

Juan Pablo ganó la Vuelta. Pero no ayer, como dirá la estadística. Le sobró un día. La ganó el sábado, cuando sus piernas se transformaron en alas y subió con más fuerza, agilidad y resistencia que todos a la cima del cerro Colorado; él y todo su equipo sabían que la Vuelta tenía nombre y apellido. Pero no podían darse el lujo de relajarse. Había que correr, aún por cumplir esa última etapa en la Avenida de Circunvalación.

Y, en el verde anillo de 16,7 Km. de extensión, el equipo de Pocito hizo lo que tenía que hacer. Puso a su líder en sillita de oro, lo paseó durante 147 kilómetros y respondió con eficacia en el par de ocasiones que los atacaron con fuerza. Buscó e intentó Forjar Salud/UOM, con Emanuel Saldaño y Javier Páez, pero tuvieron la desgracia de que en el quinto giro, el "Chino" pinchó dos veces. Trató y peleó la Agrupación Virgen de Fátima con Luciano Montivero, pero no se les dio. Ambos golpearon la puerta que cerró con candado el conjunto de la Municipalidad de Pocito que tuvo a sus hombres siempre en la cabeza del pelotón, atentos a cualquier intento de fuga.

Además, cuando en el giro final volvió a atacar Saldaño y trató de hacerlo Montivero, aún con la deserción de varios de sus compañeros que sintieron el trajín del trabajo, apareció la figura de Dotti en toda su dimensión. Atento y sólido, el líder se pegó a la rueda de sus rivales más cercanos y les hizo sentir la sensación de que, ayer por lo menos, era invencible.

La 28va. Vuelta Ciclista a San Juan fue para un corredor completo. Que embala bien sin ser un especialista. Que hace bien la crono cuando las circunstancias lo exigen. Que escalando demostró sus cualidades no sólo en San Juan, sino también Venezuela (Vuelta del Táchira, hace dos años) y que, cuenta con una actitud ganadora forjada en la seriedad de la soledad. En la convicción de pelearle a la vida lejos de su casa para hacerse un nombre y ganarse un espacio en un mundo tan competitivo como el del ciclismo. Juan Pablo Dotti soñaba con ganar la Vuelta. Trabajó para ello, puso empeño, esfuerzo, ganas y talento en grandes proporciones y tuvo su inmenso premio.


Fuente: Diario de Cuyo